Por Esteban Gajardo Romo
En el libro Post-impressionism de la Royal Academy of Art en la página 39 está el retrato de Pére Tanguy, es el mismo que me encontré en su versión original en el museo de Rodin en Paris.
…………………………¡Me gusta!
…………………………………………Me gusta sobre todo por el motivo de su obra y creación, era él, era él quién le vendía las pinturas a los artistas de Paris, entre ellos Van Gogh, un ilustrado en el arte del impresionismo, destacado por su locuaz ambivalencia, el coloro pintaba maravillosamente.
Sereno se ve al vendedor, ahí está sentado frente al artista, de manera apacible se le puede percibir en los trazos, y cómo de si desde su entre ceja naciera toda la pintura, sus labios resaltan, carnosos, entre la barba vertiginosa, cómo la lengua de alguien que sonríe después de haber bebido unas cuantas copas de vino, anhelando uno comerle la boca de manera discreta.
Sus grandes manos entre cruzadas, cómo queriendo ser un reto para el artista, que le dibuja el sombrero como si fuese una barco de papel.
Pero con mirar lo que se dibuja a sus espaldas es percibir que tras su mirada se ocultan las aventuras de un empedernido viajero, pescador de sueños, bribón de la cordura insana de las urbes melancólicas llenas de vacío, el quería llenar todo de color, el vacío merecía muy bien el rosa, cómo el carmín marrón de una roza apagada por el tiempo.
Lucian pinturas asiáticas, muchas cómo mujeres retratadas, con la particularidad de que ninguna se retrata de frente, mientras ahí permanece, el vendedor de frente con una mirada directa, trémula, conmovedora, es una pintura inundada de colores, símbolo de iluminación, admiración.
…………………………………..¡DIBUJA!
…………………………………………………..Pinta los días y noches, impulsa las venas al fulgor de la aurora.
………………..¡Sorpresa!
………………………………..Volver a verte, me haces pensar en las personas que se vuelven fundamentales en la vida, cómo Verlaine lo fue para Rimbaud y Rimbaud para Verlaine.
Cómo Van Gogh para Père Tanguy.
