508 años de colonialismo indiscriminado

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Hoy 12 de octubre de 2020, salen los pueblos indígenas a las calles de todo el mundo a pedir respeto, a exigir que se valore su patrimonio cultural y social, desde Barcelona estaremos haciendo resistencia desde la rotonda de Colón, nos reuniremos con los colectivos latinoamericanos, para dejar en claro que no fue un descubrimiento, fue una conquista que tuvo lo peor de la ambición por el poder, intentando sobreponerse a pueblos completos, no con interés de gobernarlos, más bien con el hambre de esclavizarlos, azúcar, tabaco, café, oro, plata, cobre, qué más quieren de las tierras de Latinoamérica, que sigue con millones de hectáreas con nombres y apellidos forasteros.

Dejamos con ustedes palabras que con el paso de los años no se olvidan…

Algunas notas extraídas del libro Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano…

«Los indios de las Américas sumaban no menos de setenta millones, y quizá más, cuando los conquistadores extranjeros aparecieron en el horizonte; un siglo y medio después se habían reducido, en total, a sólo tres millones y medio»

«Estos pobres indios son como las sardinas en el mar. Así como los otros peces persiguen a las sardinas para hacer presa en ellas y devorarlas, así todos en estas tierras persiguen a los miserables indios…«

«Túpac Amaru fue entregado, cargado de cadenas, a los realistas. En su calabozo entró el visitador Areche para exigirle, a cambio de promesas, los nombres de los cómplices de la rebelión. Túpac Amaru le contestó con desprecio: «Aquí no hay más cómplices que tú y yo; tú por opresor, y yo por libertador, merecemos la muerte».
Túpac fue sometido a suplicio, junto con su esposa, sus hijos y sus principales partidarios, en la plaza del Wacaypata, en el Cuzco. Le cortaron la lengua. Ataron sus brazos y sus piernas a cuatro caballos, para descuartizarlo, pero el cuerpo no se partió. Lo decapitaron al pie de la horca. Enviaron la cabeza a Tinta. Uno de sus brazos fue a Tungasuca y el otro a Carabaya. Mandaron una pierna a Santa Rosa y la otra a Livitaca. Le quemaron el torso y arrojaron las cenizas al río Watanay. Se recomendó que fuera extinguida toda su descendencia, hasta el cuarto grado.
«

¡Vamos a las calles!

Hoy a las 17.oo hrs. en Monumento a Colón en Barcelona, manifestación anticolonialista

lacimarra

Revista La Cimarra, difundimos el arte para reivindicar lo que importa

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