Disidencias, lecturas poéticas del Piño Choroy

DISIDENCIAS / Hace una semana, bajo el contexto de la cuarentena total que ha impuesto el gobierno de Chile, por los rebrotes del virus COVID-19, el Piño Choroy hizo el llamado a las disidencias, para participar de un nuevo live a través de su instagram.

Rhea Jaggen se tomó la pantalla y fue la presentador de la noche

La noche cargada de poesía, tuvo un tema bajo el cual rodaron una serie de versos.

Disidencias

Poemas que nos han compartido sus protegonistas y que dejamos a continuación para su disfrute y difusión:

Por Rhea Jaggen

Soy maricón


Soy maricón y no tiene nada que ver con María
por más que me llame Jesús.
Soy maricón y puedo aceptar tus gritos
porque después de las patiaduras en el suelo
aun así soy maricón.
Se aparta a le marica de la familia
pero se encubre a su violador.
Soy bien maricón y no porque me guste por el poto
por decirte que no todos son hetero.
Si lloraba de niño, me gritaban niñita
Hoy se que para ellos ser niña estaba mal.
Soy tremendo maricón y te cuarteo el paquete
amigo onvre no me voy a enamorar de tí.
Recuerdo el miedo y la culpa
de amar a quien sea.
Siendo maricón me gritaste sidoso
ahora te miro y te grito diabetes.
Con el tiempo me ah puesto contenta mi mariconeria
Soy el terror maricón de los mostazeros
Los mismos que al verme de mujer querían algo
y de hombre me gritaron: Maricón”

Soy el maricón del pasaje, ese con el pelo raro
pero se enferma la vecina y hay que hacer show busquemos al maricón.
Soy el mismo Maricón que se renego por mucho tiempo
ahora bien amariconao.
Soy el maricón que no quiere que maten a sus ñañas
soy de esos maricones que les dice a sus amiges que avisen al llegar
Porque en el camino te hacen algo por ser tan maricona.
Como que su odio viene de no aceptarlo
y nos Matan por ser lo que somos.
Si po Soy esa maricona grandota
y no tengo problema si me gritan maricón
pero pienso que no merecemos
si todos son bien maricones con nosotres.
como dice el dicho de maricón a maricón y medio
por ser maricón entero termino con este verso.

Genero ilineal


Nací varoncito dice mi certificado de nacimiento
otro machito más para mi casa, donde la única mujer era mamá.
Yo no quería jugar a la pelota yo quería ver volar las polillas
mariposas de la noche, y en eso me convertí
no soy trans, ni quiero ser mujer. Soy una traba de vestidos de la feria
que nunca lo tuvo tan claro,
aprendí a burlarme de mis primas y ser un tipo viril.
Como niño mucho tiempo tuve miedo de llorar
miedo de las lentejuelas y el color rosado
Miedo de un dios que condena a las mariconas al infierno
y en su sacristía nos besamos entre acólitos una vez.
Hereje pos moderna, travesti gorda fea pero estupenda
Mis viejos no tienen idea de na, y ni la tumba se los dirá
hace tiempo que vivo en huerfania voluntaria
porque no quiero ser como papa. Machista violento siempre con la razón

“Eso no es de hombres me decia”
cuando me encontraba llorando a escondidas
“eso es de los huecos qlos”
cuando me pillo que sabía de cocina.
Ahora soy chef y transformista poeta y malabarista.
¿Que tiene de malo ser mujer? Ahora le diría
Si mis amigas son trevestis, y mi pololo es una pinta
Me costo darme cuenta de como esas palabras construían muros en mi cabeza
Muros que ocultaban la belleza
muros que no hacían mas que encerrarme.
Por eso le llaman descontruccion, por que debes reconstruirte
darte cuenta que estos artefactos que entran en nosotros
son muy pesados y nos impiden ver quien esta tras la muralla.
Niño de los 90 era otra nuestra sociedad
Me arrepiento si por la presión, lastime por lastimar
por legitimizar eso que le llaman “Masculinidad”
Salgo a la disco “monta”, y me gustan los hombres
pero eso no me hace menos hombre que los hombres
Solo es cuestión de libertad, y todo el falso orgullo que tuve que vomitar.

Por Alena Soares

Si me preguntan cuál es mi disidencia, es la del desistiente; no la del disidente.

La disidencia está al margen, tiene su límite en lo excluido, o en la parte incluida de lo  que queda siempre afuera.

Mi disidencia del disistiente siempre fue la extrañeza, estudiosa de lo inútil, aburrida y retraída. 

La que en los recreos se iba a leer poesía porque le gritaban gorda y matea.

Mi disidencia del desistiente me hacía avergonzarme de mí misma porque era distinta,  en el preescolar jugando con tierra y en la educación básica fastidiada por la ortografía denunciándola con un:

¿¡¡POR QUÉ TIENE QUE SER ASÍ MAMÁ!!?? 

En el liceo bombardeando el acto cívico con bolitas de papel (apretadas con saliva en los tubitos de lápiz pasta), cascaritas de naranja, o pegalocos en el techo.
Mi desistencia desistiente siempre fue escapar de mí misma, de quién era versus cómo me querían ver;

he vivido unas ocho vidas en este cuerpo moldeándome a la figura escultural femenina jamás lograda,

de madre nunca madre culposa, 

de abortera llorona por aún estar enamorada del hueón de turno, 

Ad portas de treintiañera fracasada bajo el parámetro del capital,

pseudo filósofa bailadora de reggaetón, últimamente intento de freestyler silenciosa en la ducha.

El juego es lo único que podría liberarme de lo estático y poder seguir siempre siendo  desistente, porque no quiero entrar en ninguna norma.

Hace tiempo me cansé de agradarles,  quise ser no siendo, y seguramente esa es la identidad que más me define;

que nunca soy la misma,

que siempre puedo sacar la  página y decirme ahora mismo:

“¡Ale qué mierda, esa huea está lejos de ser un poema!”

y no estoy ni ahí,

me importa  un carajo,

porque no aspiro a eso cuando escribo (aunque algunas veces sí)

pero cuando quiero nunca pillo el verso,  y cuando lo tengo bien pensado en la cabeza, cuando hago el aseo, cuando vengo en la micro, en el metro, o cuando estoy en el baño…

pero cuando quiero escribirlo nunca lo pillo. 

Mi verso se arranca como yo de mí misma o de lo que pienso que ustedes piensan que soy yo. 

Me pregunto si mi verdadera identidad es paranoica y por eso se escapa sin dejar de  mirar atrás.

Quizá por eso me hago preguntas y prefiero definirme desistiente, porque es como  militar constantemente en la diferencia.

Nunca soy la misma, nunca soy lo mismo,  nunca soy le misme…

Me preguntan si me gusta el pico y por qué entonces definirme

“no binarie”, 

como si alcanzara el tiempo para explicarles que tampoco me asiento cómodamente en el concepto final de mujer.

Por Ricardo Labbé (@pukem_llalin)

en el patio de los callaos.

vivo en la esquina,

justo a la vuelta de la revuelta,

donde duermen los sueños en rejas,

en el patio de los callaos.

donde reina el miedo a perder el empleo,

donde el fin de mes es el juego que siempre pierdo.

pareciera que dependo del buen ánimo de un éxito pasajero,

pareciera que me mezco entre las victorias que me invento y las derrotas que me dan.

quiero que caiga el rey y la reina,

quiero una pichanga revolucionaria y la pelota sea la cabeza del traidor,

del paco asesino, del juez octogenario, del diputado vendido, del presidente empresario.

como olvidarme del parlamentario,

con su sueldo y su viatico,

que se vengan a dar una vuelta al patio de los callaos.

Por Ninfa María

La esclavitud de las cosas grandes

Yo no quería que mi vida cayera en las cosas grandes

Enormes como una panza llenísima por 9 meses y 27 años

Gigantes como un trabajo 44 penas a la semana

dejando un margencito para comer y beber

La panza pesa y se supone que mis tetas exciten y den leche

se supone que son algo en sí, nunca mío

Se supone que mi mente no debe perderse en las divagaciones

de los árboles y el viento

que el tiempo se aprovecha, no contra la esclavitud

que no debo pensar en el río ni en mi rostro

Las ansiedades se me pasean como piojos

ni me acuerdo quién me los pegó

y nadie sabe cómo matarlos

Tal vez yo sabré

que una mañana de libros y té

vale más que la esclavitud de las cosas grandes

Disiencias, una oveja negra al poder

Por Felipe Alienigena

Genética mixta:

Ella es bonita ella es inteligente 

Una inyección de hormonas 

Corazones y cristales para Drogarme 

Esta noche planche tantas camisas 

Que planche hasta mis pensamientos y mi alma,

Emociones que están amortajadas 

Soñando todavía con tu habitación 

Y que despierto de nuevo en tu cama

Comenzando un nuevo día 

Por más empatico  que sea 

Yo no podré ser la piel que habitas

Pero te siento vaya donde vayas,

Si hubiera sabido que sería la última vez que te vería a la orilla del mar

Dejaría que las medusas 

Me electrifiquen con tu veneno 

En esta danza de lujuria y amor 

Hasta la eternidad 

Hasta lo más profundo de tu verdad 

Tú tan Cristina La Veneno

Y yo tan el asesino de Versace 

Tú tan zowi 

Yo tan yung beef 

Colgado sobre tus lunas sailor moon

Estática,

Perdidos en tokyo 

La primera vez que te bese 

Me preguntaste

Si esque estaba seguro?

Si esque no me daba vergüenza 

Que me vieran contigo?

Y lo hermosa que te veías 

Aquella noche princesa botánica 

De salir y escaparnos a escondidas 

Para que mi mamá no me pescara 

A palos

Y me gritara

Kabro chico maricón 

Entrelazarme Contigo

Siempre pegados al mismo muro 

Y qué la pasión nos convierta 

En una esfinge 

Rasgar de tu piel 

Besarte hasta la sombra 

Coserla en mi boca que se vuelva una masacre 

De diamantes coágulados

Que me digan weko

Fleto

Marikon 

Si quieren

Pero jamás negaría

Que te ame de verdad y con la locura que lo hice,

El cambio de tu nombre en el registro civil,

Que nos miren feo los vecinos Peliar con mi mamá porque no lo entiende Perderme en un sueño de horas incompletas para que romeo

Vuelva a ver a Julieta,

En un instante lejos de capuletos Y montescos

Nadar en medio del vacío

A ojos vendados Mi medusa

Buscarte En la isla fantasma Rodeado de playas góticas color rosa  con las melodías de blondie

Buscarte dentro la catástrofe Encontrar el primer poema que te escribí Inspirado cada escrito en vos

Quisiera preguntarle a los científicos de Futurama

En qué parte de mi cerebro estás escondida Para encontrarte de una vez

Hacerte el Amor

Y evaporarme en tu boca

Para morir dentro de ti Cómo la molécula de oxitocina en cada una de tus células Clases de alquimia Con una correa en mi cuello Sin quitarte los ojos de encima Una concentración infernal en Nuestra danza del placer…

Por Gonzalo Robles

“ Creo que está loca

le doy de comer una paloma y la

enveneno de mi bien ”

Silvio Rodríguez

En mi habitación fumo tranquilo

domingo por la tarde

me estremece un sonido de cascabel

es una víbora que acecha

salida de no sé dónde

salto de la cama, intento atraparla

cuidando que no me muerda su veneno

es muy ágil y astuta

se esconde entre los muebles

trato de cerrarle el paso

emerge de golpe por otro lugar

me escondo y busco engañarla

todo queda en silencio y la superchería

me ha dado el triunfo camino con sigilo

¡maldito cascabel!

Ella me ha engañado

huyo para recuperar el aire

amenazo con un cuchillo y arremeto

esta víbora ponzoñosa guarda secretos

imita la voz de mi padre fallecido

me confunde, manipula

pienso en el amor de mi hija

tal vez eso me infunda templanza

la adulo para que baje sus defensas

luego daré la estocada final

¿dónde está?, ¿fue mi imaginación?

reaparece transfigurada en una mujer

sé que alberga malos sentimientos

pero me seduce de modo irresistible

sería iluso negar al deseo

me entrego al morir en el placer

nadie me extrañará en esta vida

me quedo dormido debajo del escritorio.

DISIDENCIAS

lacimarra

Revista La Cimarra, difundimos el arte para reivindicar lo que importa

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