Relatos de la revuelta por Esteban Garo

El poeta y narrador Esteban Garo, nos comparte uno de sus relatos escritos e inspirados por la revuelta en Chile desde el 18 de octubre de 2019.

¡Alto al Fuego!

Que se pierde con sacar la pluma he intentar dar algo de valor a ésta pequeña hoja reciclada, que chupa más tinta que el Huaso con el vino en mano, vamos a hablar de ese personaje, un querido amigo y compañero.

Este pequeño, tuvo un padre militar en plena dictadura ¿puedo a un hijo de militar en dictadura llamarlo mi amigo? ¿Puede el llamar a su padre militar de la dictadura, padre?

Pues sí, no elegimos nuestra familia progenitora, ni el lugar, ni el tiempo en que queremos vivir, yo y él, nacimos en un Chile post dictadura, él, en el campo, de chico tuvo que aceptar la muerte de su madre, pero fue ella antes de partir, quién le dijo fuerte y claro, no te canses nunca de aprender, y eso fue lo que hizo.

Se adentro de lleno a los libros y, leía y aprendía y, vio en los libros de historia, que los militares tenían las manos manchadas con sangre y él, limpiaba las hojas y su padre limpiaba la loza.

Pasaban los años y lo seguía viendo ahí, de frente y el lo miraba, así como lo tuvo que haber mirado un detenido desaparecido, hasta que escucho la voz del sargento, que le dijo ¡Dispara!

……………………………¡BUM!

………………………………………Fuego, los dos cierran los ojos ante el impacto y de cuatro párpados cerrados se se abren solo dos y el olor a pólvora se cuela en la nariz de su padre, porqué él, era militar en dictadura y a eso se dedicaron, a matar y a tirar al mar los cuerpos muertos ¿Dónde están? En el océano, pero esa marea despertó y el Huaso no es militar.

Y ahora lo veo ahí de frente escuchando poesía en la Alameda, mientras Diego, un amigo, lee su poema de que evadiendo el metro de forma masiva, gritó, ¡Paco Bastardo! y un chico de al lado le dijo, ¡Mi papá es paco!… y el respondio ¡entonces tu papá es bastardo también!… y ya no es con éste papel reciclado, es con el papel de Diego que me recuerdo del Huaso y tomo mi vaso y bebo un buen sorbo de vino, por ese hombre que se levantó un día, tomó una piedra y le dio justo en el casco a ese paco que nos disparaba y decía ¡Largo de acá pendejos huevones! mientras una casa se empezaba a quemar y el Huaso, con otro cabro, se lanzaron con fuerza sobre la puerta, tomaron unos extintores, y apagaron el fuego, la dueña de casa los mira a los ojos y les dice ¡Gracias! y yo lo miro a los ojos y le digo ¡Gracias! y todos le dan las gracias.

Vuelven a salir los militares a las calles, que ya no son los del ´73 pero siguen actuando con violencia y ellxs luego serán padres y madres de nuevos Huasos y Chinas, que van a nacer cuando todo éste movimiento acabe y nos vamos a mirar a los ojos y vamos a sentir dolor al leer los libros de historia y ver que aquellos militares volvieron a ensuciar sus manos con sangre y los niños limpiaran las hojas y verán a sus padres limpiando la loza. No van a usar uniforme y cuando crezcan estarán en las calles con toda la gente que sale a protestar para mostrar su punto de vista, y esos jóvenes de corazón valiente, cuando vean fuego no serán solo 2 los que se abalancen, serán miles los que ahoguen el fuego y espero que las próximas solicitudes encuentren oídos prudentes, que dejarán el ego a un lado y le dirán a los militares que se queden en sus casas y que abracen a sus hijo e hijas y los militares seguirán sus órdenes, irán a casa y les leerán los libros de historia y van a mirarse a los ojos y después al cielo y el padre o la madre les dirá…

…Las cosas han cambiado.

…Las cosas tienen que cambiar #FuerzaChile

Chico devolviendo bomba lacrimogena en manifestación de santiago de chile.

Photo de Ariel Marinkovic Carrasco.

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