Manifiesto y Performance por Chamaka Inagotable
Habitar los espacios, crecer en ellos, ir también, mamando de ellos, comiendo de ellos, desde el suelo, desde lo desigual, chocando en ellos.
Aprender de la única cosa que importó: habitar el presente. Te vas dando cuenta que la promesa se convierte en una linda imagen visual que emociona, pero que nunca existe, más que en los sueños.
Entonces comienzas a vivir tu sueño y te vuelves todos los sueños que tu cuerpa siente, porque así vives el ahora, hasta en la última gota de tu sangre, de tus huesos, de tus cabellos, de tus besos, de tus dedos, de tus palmas, y de este grito en la garganta.
Entonces decides salir a la calle y mostrar tus disgustos con la sociedad, por vivir en la promesa, pero también, por vivir en el desecho de la promesa, en las calles agotadas, de tanta sangre, en las aulas resbalosas y moquientas de tanto llanto, pero todo, pero todo, cansado de tanto binarismo.
Puede la gente ser una mar,
con tremendas olas
o puede ser un rio
que pasa cada vez
con agua nueva
pero todas tienen una orilla.
Así mismo todo sucede, porque no hay realmente alguien que pueda escapar del ahora, pero si hay quienes decidimos escapar de la promesa. Con el deseo de hacer algo contra tanta promesa de justicia, que nunca llega y que probablemente nunca llegará. Entonces, es nuestra lucha no rendirse hasta obtenerla, porque nos pertenece y nos es justa la reivindicación de nuestras cuerpas, de nuestras formas y de nuestros sueños. Así que es justo salir a la calle a dar visibilidad a nuestra rabia, a nuestra pena, a nuestro lloriqueo travesti, fuerte y revoltoso. Por qué así somos y así estamos dispuestes a construir todo lo que la promesa no tiene: una felicidad vivida.
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