El recien ganador del certamen de poesía en cuarentena Carlos R. Cristobal, nos comparte sus poemas, llenos de fuerza y reivindicación, acompañados con un matiz que recoge toda esa pasión que circula entre sus venas, Carlos y el fuego de su pluma nos comparten experiencia, calle y poesía.
Ahora a disfrutar de sus escritos.
ALMA DE MORRISON
Fría música en mis venas,
rómpeme las costillas
desgarra mi mente
con tu oscura sonrisa.
.
Frías ingles de acero
frías mentes
de cera derretida
en la costa inhabitada
de la vigilia.
.
Somos veteranos
de sus guerras de odio,
nos reímos
desde nuestros arcoíris degenerados.
.
Somos los milicianos
que asaltan con palabras
sus palacios construidos
con silencio y avaricia.
.
Somos el verbo nunca aprendido,
somos el verso nunca escrito,
Somos el rock and roll
que resuena en sus oídos y
que nunca les dejará dormir.
EN LOS BARRIOS POBRES
En los barrios pobres,
las calles estrechas y
llenas de suciedad,
miseria e ilusiones
inundan cada paso
del camino a casa.
.
En los barrios pobres,
almas cansadas arrastran
sus pies, sus esperanzas y
sus cuerpos destrozados por
conseguir un jornal que,
apenas les llega para comer.
.
En los barrios pobres,
los ojos cerrados por la pena
los puños cerrados por la rabia,
son el pan de cada día.
.
En estos barrios, también,
las manos se entrelazan
para ayudarse,
las sonrisas fraternales
iluminan esa capa de mierda
que a veces nos impide
ser felices.
.
En los barrios pobres,
la lluvia es la única poesía.
La pintura sólo está en
unas paredes coloridas,
dibujadas a escondidas
por las ilusiones y el spray.
.
Los versos que te rodean
están pintados con tiza inundando
grises aceras estropeadas.
.
En los barrios pobres,
la bruma del desaliento
nunca te impide ver
el horizonte luminoso,
la sonrisa al fin del camino
el arcoíris entre los aspersores,
los besos fugaces
bajo una lluvia artificial
de dos amantes que
no se volverán a ver.
.
Fuegos fatuos que
arden sin complejos,
noche estrellada que
te rodea y calma tu sed.
.
Fuerza que clama por salir.
Palabras que nacen de dentro,
como un rugido ensordecedor.
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