El artista chileno Nicolás Miranda ha sido noticia recientemente por su escultura en Madrid donde expone al ex-rey de España, Juan Carlos I frente a la icónica estatua del Oso y el Madroño. En esta entrevista, hablamos con él sobre su obra, su motivación detrás de ella y su opinión sobre la libertad de expresión en el arte.
- ¿Podrías contarnos un poco más sobre tu motivación para crear esta escultura del ex-rey Juan Carlos apuntando con un rifle al emblemático oso de Madrid?
En cuanto a la motivación más que trabajar desde la calle, puede que a veces sí y otras no. Mi trabajo viene desde el concepto de “sitio específico”. Lo primero que me interesa desde las artes visuales es el entender el entorno, lo que nos sostiene y contiene para desde ahí problematizar, generar re-lecturas, poner en duda lo que se presenta cómo verdad. Especificando sería lectura y observación.
Actualmente me encuentro realizando una residencia de arte, esto a veces puede implicar trabajar desde donde uno está. Sí que va de la mano con el sitio específico, y en esa lógica yo tomo las artes como un sistema combinatorio de signos, igual que un lenguaje. No es un medio para decir algo si no que un fenómeno en sí mismo. Es un juego de palabras, algo así como cambiar una palabra de lugar en la frase para darle otro sentido, lo mismo pero con objetos. Entonces recurro a elementos a veces cliché, pero identitarios para desplazarlos físicamente. Eso ya es político. No solo es político haber tomado al rey y al oso de Madrid. Tiene que ver con poner en duda lo que se te presenta cómo verdad, leer el entorno para cuestionarlo. Desde ahí ya es un gesto político.
Es un juego de palabras, algo así como cambiar una palabra de lugar en la frase para darle otro sentido, lo mismo pero con objetos.
Por lo que desde esa lógica comienzo mi investigación, entre estos dos elementos. Finalmente fue sumar 1 + 1. Osea, la estatua que yo hago de Juan Carlos, ubicada en un despacho o una sala blanca, podría ser vista como un homenaje. Entonces, la diferencia es dónde habita mi trabajo, para poder releer la situación aunque sea desde un absurdo. El sinónimo acá del absurdo no sería la incoherencia, no.
El argentino Alejandro Dolina dice que el humor tiene que ver con poner algo dónde se supone que no va. Pero, es un signo codificable para todos. Entonces acá es un poco lo mismo, son dos signos súper reconocibles que al estar unidos generan ruido.
Yo trabajo bajo conceptos del camuflaje y el acople, camuflar un contexto y de ahí generar un acople, como cuando la guitarra se aproxima al amplificador y genera un ruido.
Esa es la motivación, la residencia, el sitio específico, la lectura del entorno para de ahí cuestionar y desplazar formas, signos y códigos.
- ¿Qué mensaje pretendes transmitir con tu obra?
De alguna manera esta pregunta se responde en lo comentado anteriormente.
Creo que no soy quién para dar mensajes a la humanidad. Además, no tomó las artes visuales como un conductor de mensaje, sino, como un fenómeno en sí mismo. Lo que sí me interesa es que a través de la ejecución de un gesto, en este caso de acople, de un gesto limpio, surja una sucesión de lecturas, capas y eso viene a ser la poética del asunto. Estas capas surgen de un cruce limpio.
Por eso me interesa trabajar con elementos antagónicos. Positivo, negativo. La dialéctica. Trabajo desde el contrapunto, entonces claro, el hecho de que yo sea sudamericano se esperaría algo pachamámico. Luego ocurre que en parte la termine armando en Madrid, y no dio una lectura pachamámica, que a veces es lo que se espera. Acá no hay ningún padecimiento en este recorrido y claro, es muy distinto sí fuese por ejemplo una obra de un alemán.
Otra lectura que sabía que algunas personas lo iban a tomar, es desde la ecología, yo no soy animalista, pero tampoco, antianimalista, me aprovecho de los signos que están ahí.
Otra fue que la gente de Madrid lo tomó cómo una crítica de la monarquía en tanto hacia el uso de los recursos. Justo se había remodelado la plaza, el oso es el símbolo de la ciudad y así sucesivamente.
Cómo contrapunto tiene que ver con ir a la estatuaria más clásica para hacer un gesto contemporáneo. O el hecho que este gesto mínimo, haya tenido esta explosión mediática.
Esos elementos antagónicos me interesan. Es lo que me gusta dejar sobre la mesa.
- ¿Consideras que el arte puede ser una forma de protesta o activismo político?
Considero que el arte en sí mismo es político y es un fenómeno político. Y muchas veces te obliga a mirar tu entorno y eso es un acto político. Cuestionar el entorno, ponerlo en duda, no decir verdades. No me interesa decir una verdad, me interesa tirar un problema sobre la mesa, eso es político y claramente yo tengo una vereda política. El humor es profundamente político.
- ¿Crees que los artistas tienen una responsabilidad social en su trabajo?
En cuanto a la responsabilidad es complejo, yo pienso que no, ya bastante tenemos con no tener un trabajo seguro, contar con fondos que no siempre llegan, con que no hay lucas en el fondo. De hecho este proyecto se postuló al FONDART y no se lo ganó. El argumento fue que era más o menos irrelevante y que no iba a tener impacto. Osea, hay un problema ahí con los criterios.
Yo no me siento con esa responsabilidad porque tampoco tengo ningún mensaje, no me creo vanguardia, el problema de la vanguardia es que terminan por ser sectores iluminados, que se auto-observan como iluminados. Con complejos que llevan a cierta obsesión con los procesos anteriores. Onda, matar al padre. Y tienen poca vida, no me siento con responsabilidad por que la verdad no soy quien para decirle cosas a los demás y tampoco corresponde. Pero pienso que es un terreno de pensamiento crítico. Eso sí.
- ¿Tienes algún otro proyecto artístico en mente para el futuro cercano?
Sí, hay un par de proyectos a futuro, por un lado hay algo bastante avanzado en Argentina. Unas intervenciones urbanas que hace un rato que se vienen preparando.
Para octubre retomaría con Madrid, por otros proyectos y también para seguir abordando la intervención de Sol, con el material que nos ha quedado pensamos con el equipo que podríamos abordar un documental, algo más lento y silencioso.
En Chile también se vienen cositas, una obra que cita las puertas del infierno en versión latina, después la obra se irá del país.
En cuanto a nuevos proyectos creo que fue una sorpresa la gran explosión mediática y la viralización que tuvo esto. Podría darse una vuelta a la cancha pero sin tanta inocencia, más bien saber manejar justamente los elementos que componen la sociedad y el espectáculo.
Pero tengo claro que no voy a competir conmigo mismo, ya que entiendo que no todas las intervenciones requieren esta tribuna. Algunos sí, otros no.
Puedes ver el video de la acción en Madrid aquí:
Agradecimientos a los presentes en la acción: Nicolás Miranda, Fabio Manolsalva y Johan Cañandonga @posadajohan
Realización y Edición Audiovisual – 38 Editions: Fiacha O’Donnell @fiacha.8 y Cynthia López
Apoyo Fotográfico y de video: Isabel Wagemann @la_wagemann_photo Nacho Izquierdo, Rob Maldonado @rob_maldo y Pablo Zambrano, Davidxlacalle, Diego Radamés @diego.radames Abdiel Segarra @studio_abdielsegarra David Santamaria @pixtorm
Construcción Formal: Gonzalo Tapia, Nicole Beaupuits, Gabriel Seisdedos (Taller Madrid) y Grabriel Tagle
Apoyo conceptual: Julia Romero, Adolfo Martínez y Antonio Urrutia (Texto).
Logística y avanzada: Álvaro Silva Wuth, Mr. Lupo, Christian Luna, Sonia Sánchez Fariña y José García
Medios: Nicole Yuretic y Emilio Leighton @eurolatinpresscultura
Impresión fotográfica: Jesús García – Print&Draw @print_and_draw
Plotter: Roberto Robles @la_negraoveja_ y Rodrigo Hernandez @hernandezartiach
Residencia artística: Centro Cultural de Experimentación y documentación La Parcería (CCEDA-LP) @laparceria
Colaboración de Residencia Artística: Felipamanuela Residencias de investigación Madrid @felipamanuela_madrid
Asesoría Legal: Endika Zulueta
Dedicado a Guillermo Machuca
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