La editorial Sin Fin, liderada por Ana María Chagra y Bruno Montané Krebs, lleva tiempo apostando por la poesía latinoamericana, y una de sus cartas en plena pandemia mundial ha sido la publicación del libro que reúne a La bandera de Chile, Carta de viaje y Santiago waria. La poesía de Elvira Hernández, que resuena con estos tres poemarios publicados.
Cuando llegó el libro a mis manos, me lo tomé con calma, y con mucho cuidado, es que cuando eres Chileno nacido después de la publicación de cualquiera de esos tres libros, se da la posibilidad que al abrirlo te encuentres una dimensión desconocida difícil, que se borda a punta de balas y sangre, pero, a pesar de cada golpe que iba clavando Elvira al correr de las hojas, doy gracias de haber llegado a sus textos en un momento como el que se vive hoy en día, en donde la oportunidad de re escribir esa bandera es posible, y no sería lo mismo sin esas pistas que va depositando Elvira en este laberinto que descifra a ese Chile tan golpeado.
Nota previa al lector, sobre los poemarios de Elvira Hernández:
Tú que deseas adentrarte en la cruda historia de la dictadura de Chile, esa ruptura rasgada del socialismo, en un amargo despertar del sueño; para quedar sumidos en la de presión de una pesadilla cargada de terror y misterio.
Fluye y descubre los matices de un adoctrinamiento torturador y despiadado, provocando una desviación total de los recursos, donde esa pequeña estrella se lleva más del 30% de las riquezas de un país entero, mientras esa amplia mayoría permanece sumida en un mortífero silencio.
Estás preparado para vibrar con esas oscuras y gélidas imágenes que se esconden dentro de estos poemarios, que son provocación pura, rastros de una parte viva de Chile que permanece desaparecida, para que unxs pocxs puedan alardear de un tal Edén, donde sus manzanas no dejan de verse podridas, pero aquí tenemos resistencia, ese génesis que se escribe en esas mismas calles que no dejaban de arrebatar vidas, aquí la semilla que se imprimiría de Buenos Aires, para sacar la voz a tanto silencio.
Versos cargados de coraje y cruda realidad.
Aquí la historia toma testimonio inverso, es una antorcha encendida hacia el «No» esa verdadera alegría que nunca terminó por llegar, de ahí que ese afilado país no terminara por ser un lugar de ensueño, o esas tierras imaginadas por Fausto, pero que tiene que ver esta ciudad, con los rincones de la estación central que nos va describiendo la poeta, a manos de borracheras por la piojera o rieles abandonados en las periferias andinas de ese Santiago Warria.
Tres poemarios que juntos van creando un laberinto de hechos, que nos guían hacia un solo lugar, lo marginal de la gran sociedad chilena, esa parte chiclosa y dura de la carne que cuesta tragar, es que ser pobre es un país hecho para ricxs es un trago amargo y aquí se entrega la receta de ese plato agrio y podrido llamada la república de Chile «Izar y Arriar» repite entre sus versos la poeta, triste realidad, para mantener a un pueblo sumido en el silencio.
Ahora que Chile se muestra despierto estas palabras son aliento, un golpe en la espalda para sus ciudadanxs, o más bien un acto escrito premonitorio.
Vuelve la primavera y con ella nace este libro que nos dice » Bandera chilena no hay bandera, se hace bandera chilena al andar» y llevar ese rastro viniendo desde esos años del terror, dejan un mapa, como una carta de viaje, que muestra salidas, desdibujadas desde los margenes, asechadas por el tiempo y con la muerte en muchas de sus salidas.
Ahora, ¿qué camino vas a tomar? Solo depende de ti lector…
Para información sobre la poesía de Eliva Hernández y de este libro y otros de la editorial pueden escribir a edicionessinfin@gmail.com o Fun Page de facebook AQUÍ
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