Cata Amaire, poeta cimarrera de Buenos Aires

Cata Amaire (la de la foto y estos poemas), es licenciada en Letras.

Además de contar con una tecnicatura en Corrección Literaria y el profesorado en Letras. «Disfruto de la lectura, me gustan los clásicos.» «Amo la literatura desquiciada, esperpéntica.

Las genialidades orgásmicas me generan una eterna adoración. ha publicado en diversos libros tanto colaborativos y sola.

Cata ahora hablamos lxs cimarreros que la conocemos, es una chica que no duda en decir lo que siente y lo hace con una genialidad que impresiona.

Por eso les dejamos invitadxs a leer sus colaboraciones, tanto en entrevistas, como en sus poemas.

Es parte de nuestra publicación Especial Chile Despertó

Para coontactar con Cata

Correo. yoimec@gmail.com

Facebook e Instagram @CataAmaire

Publicaciones

• Poesía y fotografía sobre plaza Dignidad por Cata Amaire y Anacronicapa25 diciembre 2019
• Fotografía y Poesía en el ESPECIAL CHILE DESPERTÓ1 enero 2020
• Los 10 poemas feministas que debes conocer5 mayo 2020
• Poesía para la Trans-diversidad by Piño Choroy6 mayo 2020
• Poesía del Hambre: por pan, salud y trabajo9 junio 2020
• Poesía sobre Mi cuerpx, mi sexualidad8 julio 2020
• Poesía del Lenguaje y sus huellas14 julio 2020
• Poemas de Amor22 julio 2020
• Noche de mujeres poetas con Carmen Berenguer, Paulina Correa y Cata Amaire26 agosto 2020
• La ReVeldía y poesía del militante y escritor Roberto Goijman21 octubre 2020
• Liberamos RENACE Parte 16 noviembre 2020
• Partes de RENACE VOL. 214 noviembre 2020
• Roberto Goijman las anécdotas con el poeta y militante21 noviembre 2020
• Revista La Cimarra #1 especial Chile Despertó26 diciembre 2020
• ¿Cómo es la educación pública en Argentina?6 enero 2021
• Rugido de mujer en Buenos Aires este 8 de marzo 20219 marzo 2021

Una selección de nuestro equipo de algunos poemas de Cata:

Ver cómo se aceleran los procesos de cambio, me genera nauseas. Observo sociedades completas pasar hambre y sed. Pienso en Ramona, pienso en George, pienso en millones de individuos que ya no pueden luchar. Tengo la oportunidad de mirar y quejarme, mientras yo no vivo esa realidad. Ayudo, creo, muestro, genero, enseño, explico, busco oportunidad para que mi mano sostenga la lapicera cual espada. No importa mi nombre porque todavía no he caído.
Sociedad, comunidad o tribu. Encontrar mi identidad en la pertenencia fue lo primero. Ahora, las redes que me sostienen se estiran y anudo, anudando ayudo, pero mis manos se cansan. Mis ojos se cierran de sueño y, a veces, creo que preferiría no ver. Pero lo hago, vomito dagas para intentar que todes lleguemos a tener con qué cortar el pan que nos corresponde.